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El papel de la maquinaria de construcción en la metodología BIM

Cada vez más administraciones públicas en todo el mundo obligan a utilizar la metodología BIM a la hora de proyectar y ejecutar obras de construcción. Por ejemplo, en España es ya obligatorio implementar BIM en todas las obras que tengan financiación pública.

 

Además de una metodología de trabajo colaborativa para la creación y gestión de la información de un proyecto, el BIM es la representación digital de las características físicas y funcionales de un activo.

 

Toda la información que se recopila se vuelca en un “Entorno de Datos Común” (CDE) accesible de forma digital a todos los agentes que participan en la ejecución de un proyecto, con la finalidad de tener una única fuente de verdad y trabajar todas las personas con los mismos datos.

 

Uno de los aspectos fundamentales para que se utilice bien esta metodología es delimitar el nivel de detalle de información que se quiere para cada proyecto; ya que toda la información también será útil durante toda la vida de ese activo construido, sobre todo para su gestión, mantenimiento y futuras reformas.

 

La metodología BIM nexo de la construcción digital y de las tendencias cada vez más presentes hoy en día como, por ejemplo, la realidad aumentada, la inteligencia artificial, la automatización… Aunque sigue habiendo importantes barreras para su implantación como el tiempo y la inversión inicial que se requiere o la necesidad de formación.

 

Como se sabemos, un objeto BIM es un gemelo digital del producto real que contiene información sobre él mismo. Estos objetos BIM representan las propiedades físicas de los productos y contiene datos como la marca, modelo, peso, dimensionas, instrucciones de instalación, consumo energético, vida útil… Una vez que están digitalizados se publican en BIMobject, en el que hay más de 2000 marzas de productos, más de 600 clientes con objetos BIM y 21 millones de descargas anuales.

 

BIMobject pone en contacto a los fabricantes de los objetos con los profesionales que participan en una obra a través de un canal de distribución fiable.

 

La implantación BIM en los fabricantes de maquinaria ya ha pasado una primera fase, en la que consistía que los fabricantes la usaban sobre todo como estrategia de marketing para difundir su marca; lo que importaba era el impacto visual y no tanto las ventajas prácticas. Pero ahora, el BIM ya se ve como datos que aportan valor en todo el proceso constructivo y en la vida útil del activo, donde la parte gráfica ya pasa a un segundo plano.

 

En cuanto a las categorías de maquinaria que deberían estar disponibles como objetos BIM se distingue entre máquinas estáticas y dinámicas, en las que se debe aportar datos sobre sus dimensiones en las diferentes configuraciones, especificaciones volumétricas, todo lo que afecta a la movilidad, procedimientos de montaje y desmontaje…

 

Como casos de éxito de implantación BIM en maquinaria, Comansa ha realizado grandes avances en el modelado 3D de sus grúas para BIM. Esto supone un gran paso ya que las grúas son una de las primeras máquinas que entran en una obra y que marca el ritmo de esta. Tras la primera fase de modelado 3D, se ha ido profundizando con nuevos modelos, coordinando los trabajos de los clientes y asesorando técnicamente; asegurando así el éxito de la implementación de esta metodología.

 

 

 

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