El ecosistema BIM es una (re)evolución a nivel de gestión de datos, trayendo la posibilidad de centralizarlos todos en un entorno virtual y poniendo en común a todos los interventores de un proyecto a través de la comunicación y la seguridad como canales y centro de la estrategia.
Sin embargo, esa centralización de información es a la vez la potencia de la metodología y el riesgo.
La trazabilidad, visibilidad y control a lo largo de todo el proyecto en tiempo real que brinda BIM es única y sin ella no terminaría de cerrarse el círculo de esa digitalización.
Pero, por otro lado, la gestión de datos virtual y la puesta en común para ser compartida por todos, necesita un control y garantizar la seguridad de esa información es vital para el éxito del proyecto.
En este sentido, cabe destacar que la metodología BIM no es solo una transformación digital y tecnológica o una herramienta, sino que requiere un cambio de mentalidad acompañado de responsabilidad para garantizar la seguridad de la información que se comparte y fluye en torno a un proyecto.
CDE para un entorno de alta seguridad
Fundamental en un entorno de transparencia, digitalización y datos, el CDE es un concepto clave en los Proyectos BIM.
Según Building Smart, son herramientas informáticas que se utilizan para recopilar, gestionar y difundir datos de modelo y documentos del proyecto entre equipos multidisciplinares en un proceso gestionado, independientemente de su tamaño.
De esta forma, el proyecto puede ser auditable, transparente y controlable. Por lo que ya estamos garantizando una parte de seguridad y trazabilidad muy importante.
Tal y como comenta el arquitecto Manuel Bouzas Cavada, “al trabajar en un CDE se asegura que la información es generada una sola vez y se utiliza las veces que sea necesario por todos los colaboradores e interesados del proyecto. Esto garantiza el trabajo sobre las actualizaciones aprobadas y que la información se vaya enriqueciendo de forma ordenada a lo largo del ciclo de vida del proyecto”.
El CDE según Bouzas
En particular, el experto hace un énfasis especial en lo crucial que es tener en cuenta que en un CDE, “la información pertenece a quien la origina”. Y es que aunque pueda compartirse con otros interlocutores del proyecto inmersos en la metodología BIM, solo puede modificarse por su propietario, de manera que la responsabilidad le corresponde solo a él.
Asimismo, Bouzas destaca que, entre otras, hay seis posibilidades facilitadas por un CDE que lo hacen imprescindible en los entornos BIM:
- Búsquedas: el motor de búsqueda permite acceder a información, filtrarla, seleccionarla o etiquetarla.
- Integración: permite crear flujos de trabajo integrados en la gestión de la documentación a través de estados como aprobaciones o comentarios. De forma que es muy interactivo.
- Gestión de modelos federados: combina archivos de IFC para su visualización y análisis como la exportación de datos en formato COBie.
- Permite incorporar, consultar y revisar información del proyecto.
- Gracias al CDE, la responsabilidad queda bien definida y no todos los interlocutores deben ni pueden acceder a la totalidad de la información ni, por supuesto, modificarla.
- Por último y de lo más crucial, el CDE permite planificar el proyecto BIM en términos informativos de principio a fin. Bouzas recalca: “requerimientos de información del cliente, plan de ejecución, protocolos, niveles de detalle e información o gestión estructurada de los datos”.
Responsabilidad y seguridad en un Proyecto BIM
La responsabilidad no solo afecta en términos de diseño o en prevención de riesgos generales y laborales, desde el punto de vista de la información, es crucial garantizar la autoría de cada movimiento realizado a través de las distintas herramientas que se usan en un Proyecto BIM.
Desde la gestión de la construcción, pasando por el seguimiento de cada proceso y hasta el trámite de las certificaciones, en un Proyecto BIM encontramos numerosas fases que necesitan asociarse a un responsable.
Si bien es cierto que se puede firmar y certificar a cada paso y en cada transacción, todavía BIM aloja en sí un vacío que puede ser complementado con otras tecnologías que garantizarían esa seguridad y trazabilidad en términos de autoría y responsabilidad.
Blockchain: un paso más hacia la seguridad
Si entendemos Blockchain como una tecnología capaz de garantizar la inmutabildiad de la información, queda claro que la trazabilidad en tiempo real es posible a través de ella.
De hecho, permite que cualquier cambio que se realice sobre un modelo o proyecto, quede registrado y asociado a un responsable o autor, lo que genera un entorno colaborativo más seguro, transparente y controlado.
Todo ello no solo es clave para un perfecto desarrollo en términos de seguridad y trazabilidad en BIM, sino que además replica cada movimiento en todos los servidores con acceso al proyecto, lo cual supone el paso adicional que necesita BIM para terminar de ser casi 100% perfecto en términos de visibilidad y control.