Cuándo puedes considerar un proyecto BIM optimizado y eficiente

Cuándo puedes considerar un proyecto BIM optimizado y eficiente

Seguro que a lo largo de tu carrera profesional has participado o incluso estado a cargo en muchos proyectos BIM y te has preguntado hasta qué punto un proyecto se puede considerar como optimizado y eficiente.

En este artículo quiero compartir contigo la conversación que una de nuestras alumnas arquitecta en estudio ha mantenido con Rafael González del Castillo, director de BIM Expert Program y Editeca, acerca de las problemáticas de la implantación de la metodología BIM en España.

Sigue leyendo porque es muy interesante conocer los problemas a los que quizás te puedas enfrentar tú también en algún momento al implantar BIM y colaborar con otras empresas.

Entrevista a una arquitecta que trabaja en BIM en un pequeño estudio de arquitectura

 

Alumna profesional:

Un proyecto mediante metodología BIM será optimizado cuando se ajuste a los requerimientos del proyecto, tanto de información, como de materialización de su ejecución.

¿Cómo abordamos un proyecto BIM cuando los requerimientos teóricos, desde, por ejemplo Oficinas técnicas de gestión BIM, se alejan de su aprovechamiento en cuanto a su resolución en obra? Me refiero a procesos excesivos de Clash Detection, carga de documentación, incidencias sobre estándares, etc.

Rafael González del Castillo:

Lo que dices es lo que he recopilado de muchos expertos. Un proyecto será optimizado y eficiente si cumple con todos los requerimientos. Por tanto hay que definirlos muy bien al comienzo.

Tu pregunta de Oficina Técnica vs Obra, creo que al principio radica en que todos los agentes deben tener un conocimiento medio-alto de en qué consiste BIM o cuáles son sus posibilidades. Entonces lo mejor para abordar un proyecto en BIM sería:

  1. El mayor conocimiento de BIM de todos los agentes
  2. Adelantar el trabajo/valoración/opinión de los agentes que aparecen más tarde (en obra). Adelantarles en las reuniones iniciales del proyecto.

Esto precisamente es lo que defendemos y proponemos en BIM Expert Program. Lo que sucede es que algunos de los agentes que están contratados desde el principio son reacios a colaborar “hasta que no les toca”. Poco a poco debería ir cambiando hacia una mentalidad de estar ahí y ser colaborativo.

Algunos de los agentes que están contratados desde el principio son reacios a colaborar “hasta que no les toca”.

Sobre los procesos excesivos, si se define todo bien desde el principio, no habría grandes problemas.

Claro está en que en un BEP no se define absolutamente todo, así como dices de los excesivos clash deteccion, carga de documentación, etc. Por tanto, una de las soluciones es dividir mucho el trabajo con varios archivos, para así “cargar” o “descargar” esa información para cada fase del proyecto o para cada agente.

Todo eso es lo que nos encanta abordar en BIM Expert Program, tanto de una manera teórica como práctica y seguir este hilo de debates en los foros, así que te agradezco la pregunta.

 

Alumna:

Gracias por una respuesta tan desarrollada.

Mi pregunta surge al hilo de mi proceso de formación y mi pequeña experiencia. Tengo la impresión de que hay partes del sector que contamos con una mentalidad mucho más proactiva comparada con otros agentes y esto está desequilibrando el proceso de implantación BIM, que tan beneficioso sería para todos. Quizás está sea una situación regional, en el ámbito territorial en el que ejerzo la práctica profesional…

Me explico, llevo un tiempo desarrollando proyectos en Revit para una promotora, dirigidos por una oficina técnica especializada. Las BMO con las que hemos trabajado son compañías potentes en temas BIM y de I+D+i, sin duda, a nivel nacional, echando un vistazo a su portfolio de proyectos. Yo formo parte de un estudio de arquitectura pequeño y dedicamos mucho esfuerzo a cumplir con sus requisitos de calidad, para llegar a los hitos en contenido y plazo.

De estos proyectos tratamos de hacer una valoración que generalmente se repite:

  • El proceso de diseño y su concepción espacial mejora ampliamente. El cliente dispone de modelos que entiende mejor y la comunicación se agiliza.
  • La documentación de los proyectos es mucho más coherente y existen muchísimos menos errores de falta de coordinación interna.
  • Los arquitectos que tomamos parte, tenemos un conocimiento mayor del proyecto gracias a la visualización 3D de aspectos que en CAD obviaríamos o ni nos hubiéramos parado a pensar.
  • La obtención de mediciones es infinitamente más rápida y considerablemente fiable.

Como aspectos negativos:

  • Al tratarse de un proceso colaborativo auditable, tenemos la sensación de que “nos pasamos el día haciendo entregas”.
  • Cuando la Fase de Diseño termina, la presencia de la BIM Management Office, desaparece. Como ejemplo “tonto”, ni siquiera existe una planificación de cajetines de planos para modificados de Obra.
  • El aprovechamiento del modelo por parte de la constructura principal es, generalmente nulo. Lo que nos supone generar documentación CAD que no sería necesaria salvo situaciones puntuales y explicar aspectos del proyecto que con una simple visualización del modelo no harían falta.

Mi opinión, hablando llanamente, es que hacemos “maquetas de inmobiliaria digitales” y que todo el potencial de estos procedimientos se pierde una vez se procede a su construcción.

Mi opinión, hablando llanamente, es que hacemos “maquetas de inmobiliaria digitales” y que todo el potencial de estos procedimientos se pierde una vez se procede a su construcción.

Realizamos proyectos con una calidad BIM más que aceptable y seguimos instrucciones y consejos. Corregimos y actualizamos, aprendemos y mejoramos, pero no vemos como todos estos requerimientos mejoran el proceso de ejecución, la práctica desde el punto de vista más pragmatico.

Entendemos que hay procesos que evitan fallos previos e inconvenientes, pero otros, que requieren mucho tiempo, no son más que cumplimentación de checklists de manual. Al final, aunque nuestro perfil sea cada día más tecnológico, somos arquitectos y nuestro trabajo es diseñar y dirigir obra (así como un millón de microtareas más).

En lo que realmente me gustaría profundizar es en como llevar todo este interés nuestro a la construcción. Creo que el beneficio económico sería innegable y no entiendo porque existe una brecha tan obvia entre Equipos de Diseño y Equipos de Ejecución.

También valoro, que quizás esta brecha se de en constructoras pequeñas, no estoy hablando de grandes empresas españolas, que estoy convencida de que sí están dedicando grandes esfuerzos a exprimir al máximo el BIM.

Me interesan los procesos y cómo, a pesar de mi perfil de diseñadora (desconozco muchísimo la gestión de obra), poder participar en la transmisión de conocimientos y colaboración con la obra. A veces pienso que, aunque fuese más carga para el estudio, sería genial poder ir a obra, explicar el modelo y colaborar para ver cómo se gestiona y cómo poder aprovechar todo el trabajo previo de estudio para agilizar la construcción y reducir plazos, costes, contaminación, etc. Estos cambios también serían beneficios para nosotros.

Rafael: 

Muchas gracias por compartir la situación en la que te estás encontrando.

Me gustaría contestarte con un caso real de un colaborador argentino que hace proyectos BIM. Él que trabaja como consultor BIM supo hacerle ver a su cliente, una constructora, el beneficio que aportaba BIM.

Fue sencillo.

Todo empezó con un problema: después de la cimentación y empezar a construir con algún problema del terreno, la rampa no cumplía requisitos y tuvieron que rehacerla.

Con BIM (sólo con 3D), pudieron hacerlo.

En ese caso, aprovecharon para sacar todos los planos de cimentación, incluyendo información y elaborando unas tablas detalladas con información muy valiosa para obra.

Justo en ese momento el cliente supo ver parte del potencial de BIM, así que mi amigo argentino aprovechó la oportunidad, estudió el proyecto y les propuso hacer planos de carpinterías para que supieran los m² de vidrio que tenían, incluso los metros lineales de tuberías para así afinar las mediciones y que no tuvieran sobrecargos en obra.

Hizo ver al constructor y al propietario todo lo que se iba a ahorrar si utilizaban BIM.

Es decir, él que sabía BIM le hizo ver al constructor y al propietario todo lo que se iba a ahorrar si utilizaban BIM.

Creo que ahí está una de las claves para poder combinar los equipos de diseño y de ejecución: el ahorro de costo en obra.

Hasta aquí la entrevista, espero que te haya gustado. Déjanos tus dudas en los comentarios, comparte y suscríbete a la newsletter para no perderte el increíble nuevo contenido que estamos preparando.

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